Saludos

Hola a todos, me llamo Adrián Maldonado y desde este blog quiero que conozcais, no solo mi forma de pensar y de ver las cosas, si no también, de que manera podemos y debemos mejorar las cosas en Benalmádena. Espero que sea de vuestro interés.

martes, 16 de noviembre de 2010

¿Y YO QUE ME PONGO?

Esta mañana he estado en la oficina que Cáritas tiene en el Arroyo de la Miel.

Ayer hicimos limpieza de armarios y la verdad que había bastante ropa que ya no usamos, que aún estando en buenas condiciones, se podría seguir usando.

A la ropa le añadimos zapatos que se les han quedado pequeños a los niños, juguetes que ya no los usan, peluches, y un sin fin de cosas que muy aseguro les vendrían bien a muchas personas en estos momentos.

En un principio, la verdad sea dicha no estaba muy confiado en que pudiera dejar la ropa allí, si bien sé que la comida la cogen con los brazos abiertos, el tema de la ropa era desconocido para mi.

La primera impresión fue buena, habría unas 5 o 6 personas esperando su turno para entrar en un pequeño despacho de apenas unos metros cuadrados. Así que pregunté a los asistentes allí congregados si era el sitio idóneo para mis intenciones. Todos me dijeron que sí pero que preguntase ya que hay otro local que se llama "El Ropero" de Cáritas que está junto al Mercadona del Antiguo Colegio Maravillas.

Mientras espera para preguntar, una chica poco mayor que yo estaba con su marido, novio o lo que fuera y con una niña pequeña de año y medio o dos años, me dijo;

-¿tienes un cigarro?
- No, lo siento, yo no fumo.
 A lo que otra señora mas mayor se levantó y le dijo:
-Toma, pero es negro, ayer me regaló un señor este paquete y no veas lo contenta que me puse.
-Gracias, no me gusta mucho en negro pero a caballo regalao....

Aún siendo un tontería, ese tipo de detalles hace ver lo mal que está la gente. Que te haga ilusión que te regalen un paquete de tabaco.

Bueno, el tema es que empiezo a descargar bolsas y las primeras en llegar no se hicieron esperar para abrirlas, cuando dí el segundo viaje y volví vi como aquella niña pequeña que era poco mas chica que mi hijo Vicente, ya se había puesto un plumón rojo que mi hijo apenas usó porque creció demasiado rápido, es decir, que comía mucho.

La madre de la niña, que no tardó en empezar a probarle zapatos, tenía una cara de satisfacción de las que hace mucho que no la veía, le ofrecí la bolsa de los peluches que previmente se habían lavado todos. No os podéis imaginar la cara que puso la niña cuando la madre sacó un perrito que estaba cómo nuevo. Yo, realmente, no sabía cómo controlar las lágrimas de la alegría que tenía aquella chiquilla.

Entre el segundo viaje y el tercero, vi que cada vez había mas gente en Cáritas cogiendo ropa, pero la gente la cogía como el que le falta la comida. Se me acerco la madre de la niña y me dió un abrazo, que abrazo, un abrazo de los de verdad.

Desde luego era el sitio idóneo sin la menor duda. Las gracias y abrazos que me dieron allí me hicieron sentir, desgraciadamente, como un "salvador", y digo desgraciadamente porque situaciones como esas se viven en nuestro municipio, mucho mas cerca de lo que nos podemos imaginar, gente con carencias tan básicas para unos y tan necesarios para otros.

Aprovecho este medio para que todo aquel que tenga ropa, juguetes, zapatos, comida, etc, que estén usados pero no rotos, que no lo tiréis que los llevéis a Cáritas que veréis con que buena sonrisa la recibirán y si no podéis o no sabéis cómo llevarla, decírmelo que iré encantado a recogerlas y a llevársela.

Recordar, llegan días de frío y hay vecinos que no tienen con que abrigarse, ni ellos ni sus niños.

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